Alpha Historia - Alpha La Trinidad

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CIRA Y DANIEL

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La primera reunión fue como llegar a un lugar desconocido, pero lleno de mucho amor, en el que había muchas personas con preguntas al igual que nosotros, con inquietudes y formas de pensar diferente, por lo que pensamos que sería algo interesante conocerlas, además de compartir una rica comida junto a ellos
 
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               Todo partió cuando nos conocimos por Facebook en el 2012, Daniel en Australia y yo en Chile; construimos una amistad al poder contarnos situaciones que en ese tiempo vivíamos y de alguna u otra forma apoyarnos a pesar de la distancia.

Cuando nos conocimos en persona fue como si nos hubiésemos conocido de toda una vida y así fue pasando el tiempo hasta que empezamos a caminar juntos, sin saber muy bien dónde íbamos, porque teníamos un punto que no habíamos resuelto, nuestra fe. Los dos creíamos en Dios, pero muy lejos de tener una relación cercana con Él.

Yo Cira, había participado activamente por muchos años en una iglesia de mi ciudad natal, pero ya no asistía hace 4 años, mi relación con Dios se había detenido durante ese tiempo. Daniel nunca creyó fuera necesario tener una relación tan cercana y no entendía lo que significaba, pero sabía que para mí era importante formar una familia con una fe sólida, por lo que empezamos a buscar en nuestra etapa de noviazgo un lugar que compartiera nuestras creencias y anhelos, es así como llegamos a la iglesia La Trinidad.

En ese lugar Daniel tuvo el primer encuentro con Dios, por lo que sentimos la necesidad de saber y conocerlo más, en ese momento vimos un anuncio acerca del curso Alpha, un curso del que no sabíamos absolutamente nada, decidimos inscribimos con la necesidad de conocer a otras personas y resolver muchas dudas que se presentaban en esta nueva etapa.
 
La primera reunión fue como llegar a un lugar desconocido, pero lleno de mucho amor, en el que había muchas personas con preguntas al igual que nosotros, con inquietudes y formas de pensar diferente, por lo que pensamos que sería algo interesante conocerlas, además de compartir una rica comida junto a ellos.

La verdad es que lo que vino después fue un regalo de Dios, conocimos personas increíbles, escuchamos testimonios de vida que nos alentaron a seguir y creer con más firmeza, vimos transformaciones de personas y nuestra historia era parte de ese cambio también, lo que estaba seco pudo florecer y nuestra vida dio un giro, habíamos conocido al mejor amigo que alguien podría tener.

Lo que nos impactaba siempre era que todas las personas, pensaran lo que pensaran, eran bienvenidas, aceptadas y respetadas; fue impresionante ver los cambios en cada una de ellas, desde la primera hasta la última sesión; el compromiso de los facilitadores por mostrarnos el verdadero amor de Jesús en palabras sencillas y cercanas nos hacía sentir profundamente amados y no juzgados.

Desde que terminamos el primer curso Alpha, sentimos el llamado a servir y hoy estamos trabajando en las diferentes áreas de Alpha, entendimos que todos necesitamos a Dios y queremos ser herramientas de su plan. Anhelamos que otros lo conozcan y puedan caminar con este amigo incomparable, cercano, lleno de gracia y amor.

Hoy como matrimonio en lo cotidiano recordamos a cada persona que hemos conocido en las sesiones, algunos de ellos se han unido al equipo de trabajo, recordamos los retiros, las comidas, las dinámicas y sin duda vemos que Dios es bueno y nuestra fe se renueva cada día al saber que en cada nuevo curso Dios también nos sorprenderá.
Uno solo puede ser vencido, pero dos presentan resistencia. El cordón de tres hilos no se rompe fácilmente.
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